“La investigación ha demostrado que los hombres y las mujeres tienen diferente sensibilidad al dolor y que más mujeres sufren de dolor crónico que los hombres, pero siempre se ha pensado en la hipótesis de que el cableado de cómo se procesa el dolor es el mismo en ambos sexos”, relata el coautor Jeffrey Mogil, profesor de Estudios para el dolor en la McGill University y director del Alan Edwards Centre for Research on Pain, en Montreal, Quebec, Canadá.
“Saber que la base biológica para el dolor entre hombres y mujeres podría ser tan fundamentalmente diferente plantea importantes investigaciones y cuestiones éticas, si queremos reducir el sufrimiento”, añade este experto, cuya investigación fue realizada por equipos de la McGill University, el Hospital for Sick Children y la Duke University, en Durham, Carolina del Norte, Estados Unidos.
El trabajo analizó la teoría de hace mucho tiempo de que el dolor se transmite desde el lugar de la lesión o inflamación a través del sistema nervioso utilizando una célula del sistema inmune llamada microglía. Esta nueva investigación muestra que esto sólo es cierto en los ratones machos. Interferir en la función de la microglía de diferentes maneras bloqueó eficazmente el dolor en ratones machos, pero no tuvo efecto en los roedores hembra.
Según los investigadores, un tipo completamente diferente de célula inmune, llamadas células T, parece ser responsable de hacer sonar la alarma del dolor en los ratones hembra, aunque sigue sin saberse cómo se produce esto.
“Entender las vías de dolor y las diferencias por sexo es absolutamente esencial a medida que diseñamos la próxima generación de medicamentos para el dolor más sofisticados”, dice el coautor Michael Salter, director y científico de Neuroscience & Mental Health en SickKids y profesor en la University of Toronto.
“Creemos que los ratones tienen sistemas nerviosos muy similares a los seres humanos, especialmente para una función evolutiva básica, como el dolor, por lo que estos resultados dicen que existen cuestiones importantes para el desarrollo de fármacos dolor humano”, añade.
“Durante los últimos 15 años, los científicos han pensado que la microglía controlaba un control del volumen de dolor, pero esta conclusión se basó en la investigación que utiliza casi exclusivamente ratones machos”, afirma Mogil, señalando la importante que es realizar una investigación muy cuidadosamente diseñada para que los beneficios de ciencia básica sirvan a todos.
Fuente: Univadis
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